5.7.11

Mientras cruza sin mirar las avenidas se martilla la cabeza sin piedad.




Stevie Ray Vaughan fue testigo de esa magia que los condeno a vivir eternamente entre el tedio y la pasion, el instinto y la razon, entre la perseverancia y la cruel resignacion, esa magia que nos los va dejar ser dos amantes del monton.

Ninguno de los dos creía en el destino y este se vengó para hacerse notar.



*gracias al anónimo que contribuyó con mi brutalidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

*Stevie Ray Vaughan

Celii♥ dijo...

Jajaja, fui yo gila, no quería loguearme :B
(Y ahora porque ya estaba logueada, si no también sería un anónimo esto xD)