De vez en mes

Era una apuesta, o un concurso que hicimos con Sofi, y lo encontré ajajaja. Nunca lo terminé


Dolor de panza. Inestabilidad emocional. Sensibilidad extrema. ¿Y todo por qué?

Por ser mujer. Por estar capacitada para albergar en mi a una nueva vida. Una vida única y maravillosa como cada una de las demás. Mi cuerpo una vez al mes, se prepara, para esto y espera ansioso.

Nunca llegó, el embrión no se hizo presente, toda la hospitalidad, la emoción y la esperanza fueron en vano. Una desilusión majestuosa se apodera de mí. Y aunque yo no note que es por esto, no puedo evitar sentirme angustiada.

Las ganas de llorar otra vez, la presión en el pecho, disconformidad con todo, necesidad de sentirme querida, protegida, en ese momento más aún.

Resulta casi imposible no reaccionar extraño. Lastima que nadie tiene en cuentan esto. Obviamente no es pretexto para tratar mal a la gente pero, alguna consideración seria positiva.

Cerré los ojos profundamente y suspiré. Quería aclarar mis ideas. Volví a abrirlos y ví el techo. ¿Por qué todo era tan difícil? ¿Tendría razón él?

En ese momento el ruido de mi celular sonando me trajo de vuelta al mundo real. Estiré el brazo no con muchas ganas. Leí el mensaje en el que se disculpaba por ser tan grosero, pero me pareció tan hipócrita que a pesar de que lo quería y que todo esto me dolía, no le contesté, y arrojé el teléfono entre mis cosas.

Hombres, malditos. Una vez escuché la frase de que a las mujeres no hay que entenderlas, sino quererlas. Será aplicable a los hombres también? Yo los quiero, y trato de entenderlos, pero ellos van a cumplir su parte del trato?

Nunca subestimes a tu enemigo.